sábado, 11 de junio de 2011

NARRACION FICTICIA

NARRACION FICTICIA
Don Miguel Hidalgo y Costilla, nació en una gran mansión en Guanajuato, sus padres fueron el virrey Cristóbal Hidalgo y Costilla y Ana María Galleta. Lo mandaron a realizar sus estudios a un convento de la ciudad de Valladolid. A los 50 años se ordenó como sacerdote y ocupó el cargo de director. Esperó 11 años para que lo nombraran cura del pueblo de Dolores y lo transformó en una gran ciudad en la que los indios y mestizos fueron los que ocuparon los puestos más altos del gobierno español. En Septiembre de 1910 descubrieron que un grupo de personas realizaban reuniones secretas para desconocer su gobierno. Desconcertados se preguntaban ¿Quién fue el traidor? Pues en esa reunión se encontraban Ignacio Allende, Mariano Abasolo, Juan Aldama, el corregidor de Querétaro, su esposa Josefa Ortiz de Domínguez y el cura de la ciudad de Dolores, don Miguel Hidalgo. Este último le hizo creer a los indios y mestizos que ellos estaban planeando una conspiración en su contra e inmediatamente mandaron a su ejército para fusilar a los traidores. Hidalgo se molestó tanto que los hubieran descubierto que tomó el estandarte de la virgen de Guadalupe y tocó la campana de la Catedral de Dolores, la mañana del 15 de Septiembre de 1910 y mandó su ejército para luchar con los lugareños, Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez. Los indígenas se fueron a la Alóndiga de Granaditas, fortaleza donde guardaban sus riquezas personales y el régimen de Dragones de la reina se unieron a los indígenas para apoyar al elemento militar para resguardar esa fortaleza. El pípila se dio cuenta que entrar a la Alóndiga de Granaditas era imposible y se ató una losa a la espalda, para que las balas enemigas no lo alcanzaran y poder llevarse el oro que guardaban celosamente los indios y mestizos, pero no tuvo suerte porque las balas traspasaron la losa, quedando tirado al pie de la puerta. Al ver los insurgentes que no podían entrar se fueron al monte de las Cruces que es una de las montañas que unen al monte de Toluca del Valle de México. Nuevamente el ejército del cura Hidalgo compuesto por 800 hombres, se enfrentó a la legión del gobierno comandado por Torcuato Trujillo. El triunfo de este combate fue para los indios y mestizos, lo que le abría las puertas del paraíso. Y a partir de ahí Don Miguel Hidalgo y Costilla se dio cuenta que siempre iba ser derrotado y decidió unirse a los indios, mestizos e insurgentes, haciendo una gran fiesta en la que danzaron, encendieron la llama de la paz y prometieron luchar por la independencia de México.

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